La crisis, la falta de clientes, la falta de oportunidades, los cambios normativos, la dificultad para obtener financiación… Estas y otras muchas razones, o excusas, las hemos escuchado y/o utilizado para explicar el porque del fracaso de muchas empresas en los últimos años. Pero, siendo sinceros, a pesar de la crisis del ladrillo, de la financiera y de otros muchos síntomas de recesión, ¿Siguen habiendo empresas, en todos los sectores, que tienen éxito, ganan dinero o, incluso, están en expansión? La respuesta es SI, y si tu empresa no está entre estas últimas, es bastante probable que sea la manera de hacer negocios la que ha frenado el éxito de la misma. Por eso te proponemos estas 6 estrategias para encontrar nuevas ideas que impulsen tu negocio, cambiando los hábitos que no han funcionado y las creencias que han limitado la capacidad de tu negocio.
A pesar de los actuales desafíos a los que todos nos enfrentamos, abundan las oportunidades si eres capaz de dejar de lado los viejos hábitos y formas de pensar y buscar la manera de capitalizar el caos actual en el mercado. Aprovéchalo.
1. Observa a los demás y, si lo necesitas, pide ayuda.
Independientemente de cuánto tiempo llevas en el negocio, lo bien que funcionó en su momento tu empresa, o de cuanto creas que sabes sobre tu sector, rodéate de otros empresarios de éxito y de personas con capacidad para asesorarte. Las situaciones difíciles requieren de un pensamiento de alto nivel, curiosidad, múltiples puntos de vista, y creatividad. Es mucho más fácil y más eficiente contar con un equipo de asesores y amigos que te pueden señalar muchos matices que tú nunca tendrías en cuenta. La perspectiva es uno de los factores más importantes que pueden ayudar a superar los obstáculos, por desgracia, a pesar de lo listo que eres, cuánto dinero tienes, o lo bueno que seas, sólo tienes un punto de vista – el tuyo -. Con el fin de ver las cosas desde diferentes puntos de vista básate en tus círculos de influencia para que te proporcionen una visión y perspectiva distinta, cómo ven ellos tus problemas, y si tienen soluciones distintas a las que tú has pensado.
2. Adopta nuevas formas de pensar y de hacer.
La mayoría de nosotros tenemos patrones de comportamiento y hábitos que se han formado con el tiempo. Estos patrones, creencias y comportamientos son a menudo algunos de los mayores obstáculos que se interponen entre donde estamos y dónde queremos estar en el futuro. Reconoce que lo que te retiene aquí es probable que no lleve allí y busca maneras de cambiar. Toma una ruta nueva al trabajo, prueba un nuevo alimento, lee un libro que va en contra de tus creencias, no importa lo que elijas, siempre y cuando vaya en contra de lo que normalmente harías. Al desafiar los hábitos y patrones y abrirse a nuevas experiencias, en última instancia te mostrará nuevos caminos a nuevas oportunidades. Disfruta de los matices de las nuevas experiencias y deja las comodidades del hábito y la familiaridad atrás.
3. Revisa los éxitos del pasado.
Reflexiona sobre los éxitos que tuviste en el pasado y busca tesoros escondidos en esas experiencias. Muchas veces, cuando un negocio crece y se estabiliza, nos volvemos perezosos y comienzan a descuidarse muchas de las cosas que nos han llevado al éxito al principio. Piensa de nuevo y busca los métodos que adoptaste en los primeros años de tu negocio. Siendo honesto contigo mismo, ¿sigues actuando de la misma manera y haciendo cosas similares?
Por ejemplo, ¿Estás haciendo llamadas de ventas, en busca de nuevas oportunidades, de nuevas relaciones? ¿O todavía estás tratando de aferrarte a las que ya tienes?
4. Diseña una hoja de ruta.
Céntrate en definir tu situación: que has aprendido, que debes aprender, que habilidades necesitas desarrollar, donde quieres llegar, como quieres hacerlo, quien te va a ayudar a conseguirlo… Ponlo todo por escrito. Y después empieza a formular un plan, también por escrito, que te lleve hasta tu objetivo – debe ser un objetivo concreto, con cifras, fechas y nombres – una vez que tengas ese plan y puedas visualizar claramente lo que quieres haber conseguido en una fecha futura determinada y cuales son los pasos a seguir, ponte en marcha.
5. Inténtalo.
Dado que todo el sistema está en caos y nadie sabe a ciencia cierta como va a evolucionar, toma ventaja de ello. Todo el mundo se ha visto afectado y la mayoría de las personas y las empresas en la actualidad entendemos que el cambio está ocurriendo rápidamente en todas partes. Aprovéchate de la agitación. Si no te decidías a lanzar un producto nuevo, o a abrir un nuevo mercado, porque tus clientes actuales podrían cuestionar su utilidad, HAZLO, ve a por ello. Ahora es el mejor momento para probar un producto nuevo, abrir una sucursal, implantar un nuevo método de producción o de ventas, o explorar una nueva oportunidad. No se trata de probar al azar tirando el dinero por ahí, pero sí hacerlo después de un análisis cuidadoso y la consideración de una idea que te parece viable. Ahora es el momento de probarlo.
6. No lo hagas solo.
Intenta siempre contar con la ayuda de la familia, los amigos y tus socios si los tienes. No tiene porque ser ayuda económica, a veces es mucho más importante el apoyo moral, recuérdales que estás abierto a sus sugerencias, que pueden proveerte de contactos o recursos. Hazlos partícipes de tus metas y objetivos. Busca motivación externa a tu alrededor. Diseña un plan basándote en las discusiones que tienes con ellos e incorpora los comentarios que recibes en tu vida cotidiana y empresarial.
Casi siempre los mayores obstáculos a los que la mayoría de nosotros tenemos que hacer frente tienen que ver con limitaciones autoimpuestas y con nuestras creencias. Esperamos que estas 6 estrategias puedan servirte de ayuda para dar un impulso a tu negocio.
Si quieres profundizar sobre este tema, sobre como las fórmulas que dieron buenos resultados en su momento pueden haber quedado obsoletas, y como pódemos buscar fórmulas nuevas, te recomendamos el clásico ¿Quien se ha llevado mi Queso? de Spencer Johnson
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